8 hábitos que te ayudarán a decir adiós a la procrastinación
Procrastinar, es una palabra que proviene del latín procrastinare, y significa, según la RAE «Diferir, aplazar«.
Si llevamos este término al entorno laboral, las consecuencias directas de aplazar más de lo debido el trabajo o las tareas pendientes sólo pueden llevar a malos resultados, malestar, angustia e incluso pérdida de credibilidad ante compañeros o clientes.
Dejarse arrastrar por la procrastinación hará disminuir la productividad. Es por ello que resulta tan importante luchar contra ella…
En esta ocasión quiero hablaros y daros algunas claves afrontar y controlar, poco a poco, la procrastinación.
- Márcate metas
Está demostrado que fijarse metas a alcanzar, tanto a corto plazo (día a día, semanales, etc.), como a largo plazo, es una forma muy eficaz de crear espirales motivadoras de éxito. Y si además esas metas cuentan con algunas de estas características, la motivación por alcanzarlas aumentará aún más:
➢ Específicas: Evita que sean demasiado genéricas, esas metas deben ser claras y concretas para que inciten a la acción.
➢ Accesibles y realistas: Es importante que las metas sean accesibles. Sin embargo, no demasiado fáciles o carentes de importancia, ya que alcanzarlas debe contribuir a un progreso.
➢ Siempre en positivo: los resultados serán mucho mejores si esas metas son de acercamiento a un objetivo en lugar de evitación de tareas. - Derrumba la barrera del minuto -1
El minuto anterior a comenzar el trabajo es el más peligroso. Si logras romper la enorme barrera que supone ese minuto, gran parte de la batalla contra la procrastinación la tendrás ganada y todo será mucho más llevadero. - Toma decisiones y compártelas
Al tomar decisiones estarás haciendo que en tu cerebro se imponga la parte planificadora ante la impulsiva. Tener un compromiso contigo mismo/a es importante, pero si quieres evitar riesgos: comunica y comparte las decisiones que tomes. Al hacerlas públicas o hacer conocedores, incumplir costará más. - Evita tentaciones
Distanciar las distracciones reduce su fuerza motivadora y demora la satisfacción que produce. Pon los obstáculos necesarios entre el trabajo y las distracciones que te impiden desarrollarlo de una forma productiva. - Anota todas tus ideas
Abolir los pensamientos es complicado; de hecho, muchas veces acabamos pensando más en ello cuando nos obligamos a no pensar en algo. Es por esto que, lo mejor para evitar la distracción que genera las ideas que nada tienen que ver con las tareas o el trabajo que debemos realizar en el momento es anotarlas. Ten siempre a mano un cuaderno de notas o una app en tu móvil que te permita anotar todas tus ideas, así las sacarás de tu cabeza mientras trabajar evitando la procrastinación y podrás utilizarlas y pensar en ellas en el momento adecuado. - Busca siempre el lado positivo
Buscar hasta encontrar la parte buena o agradable de lo desagradable y manipular mentalmente esas tareas que nos parecen tan tediosas para asociarlas a algo agradable, aumenta la motivación. Además no dudes en autopremiarte cuando lo logres, ello también potenciará tu satisfacción. - No te permitas excusas autopermisivas
‘Total, empiezo mañana…’, ‘por un día de retraso no pasará nada…’, ‘sólo 5 minutos en Facebook y luego continúo…’, etc. Estos argumentos, que más bien son excusas, no te ayudarán avanzar ni crear un cambio positivo. - Visualiza los objetivos que quieres alcanzar
El miedo potencia las posibilidades de fallar en aquello que queremos lograr. Sin embargo, mostrar una actitud positiva y visualizar situaciones hace que se active nuestra mente y genere una imagen como si realmente eso que deseamos se hubiera producido… con esa visualización ya habrás dado un paso adelante que te acerca a tu meta.
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