Tu realidad es un espejo que refleja tu interior

reflejo

En el momento en el tomamos un respiro y analizamos dónde estamos y cuál es nuestra realidad podemos concluir dos cosas: que estamos en el lugar en el que queremos estar o que no tenemos lo que queremos y no nos llena lo que hacemos.
Si tu caso es el primero, ¡ENHORABUENA! Pero si tu caso es el segundo, no desesperes y, sobre todo, no trates de responsabilizar de tu situación a nadie ni a nada más que a ti… No son los demás, ni las circunstancias, ni la crisis; simplemente, no has tomado las decisiones más adecuadas en cada momento. Pero no por ello debes conformarte con lo que tienes y quedarte donde estás.

Es posible que ni siquiera te hayas dado cuenta de adónde te dirigías hasta que has comprobado dónde estás ahora. Pero ahora que lo sabes, sería bueno que analices lo que te rodea…

Escribir es un ejercicio que ayuda a tomar conciencia y poner el foco en lo realmente importante. Y en estos casos, realizar listas es un ejercicio muy eficaz. Tómate un tiempo para elaborar tu propia lista de todo aquello que consideras que debe cambiar o evolucionar en tu vida todos los niveles: personal, profesional, etc. Esta lista te permitirá definir exactamente el punto en el que te encuentras y tener una idea de todo aquello en lo que debes comenzar a trabajar y la dirección haca la que tienes que ir.

Una vez elaborada tu lista y los pies en el suelo, es importante que definas muy bien lo que quieres para saber hacia dónde debes ir.
No es fácil definir este punto, pero sí totalmente necesario. El camino que debes tomar depende del lugar al que quieres llegar.
Si es necesario, realiza una descripción de tu vida a nivel personal y profesional de todo lo que tienes y de lo que quieres conseguir en ambos ámbitos.

Ahora que sabes dónde estás y dónde quieres llegar, es momento de valorar todo lo que necesitas para llegar hasta allí… Probablemente precises de aprender a utilizar otras herramientas, formarte, desarrollar nuevas habilidades, quizá es necesario asumir algún riesgo, etc.

Si has decidido que tu realidad no te satisface y la vas a cambiar, debes ser consciente de que se producirán una serie de cambios. Y por lo general tendemos a darle a los cambios una cierta connotación negativa, nos intimidan, nos provocan ansiedad, nos dan miedo. Realmente, ¿te da más miedo el cambio y la incertidumbre o continuar viviendo una vida que no te satisface y no te aporta lo que quieres?
Ponlo en una balanza y observa hacia dónde se inclina…

Finalmente, si has decidido coger el timón de tu vida, es hora de pasar a la acción…
No se puede resolver un problema pensando (ni actuando) de la misma manera en que se ha creado, eso decía Albert Einstein. Y por esta regla de tres, de nada sirven tus sueños, buenas intenciones y tener muchos objetivos si no comienzas a trabajar para alcanzarlos.

Te sorprenderá comprobar los cambios que se pueden producir en tu vida, en tu entorno, en tu trabajo… cuando comienzas a ver las cosas desde una perspectiva diferente; comenzamos a generar nosotros mismos las oportunidades que nos van acercando hacia el punto al que queremos llegar.

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